Por decreto N.o 17488 del año 1997 quedó
establecido como “Día Nacional del Arpa Paraguaya” el 9 de junio de cada año,
en conmemoración del fallecimiento del gran cultor del arpa paraguaya; el
guaireño don Félix Pérez Cardozo y por Decreto Ley 3844 se le declaró al
departamento del Guairá como "Capital nacional del arpa" y a la
ciudad de Félix Pérez Cardozo como "Cuna del arpa paraguaya".
El arpa paraguaya es un emblema cultural que representa no
solamente al Guairá o Paraguay como nación y a su música tradicional, sino que
también a los ideales que contribuyen a una noción colectiva de paraguayidad.
El arpa se constituye en un aspecto fundamental del orgullo que los paraguayos
sienten hacia el territorio nacional, la memoria histórica colectiva, la
realidad bilingüe de los idiomas Guaraní y Español, los paisajes naturales, y
el rico legado de las tradiciones folclóricas.
Las melodías, las armonías, los
ritmos, los textos de poesía, e inclusive los títulos de las canciones, en
conjunción con el arpa, evocan en el oyente paraguayo nociones de identidad y
de sentimientos de afecto por los valores y tradiciones que constituyen su
paraguayidad.
Según historiadores las primeras arpas fabricadas en el continente
Americano fueron construidos en el Guaira.
En Guairá nacieron, crecieron y se
afianzaron muchos de los más grandes arpistas del Paraguay y del mundo.
Aires de la región guaireña se
convirtieron en las más bellas y mundialmente famosas composiciones para el
arpa.
Sus autores, guaireños.
Del Guairá proviene la transformación
física del arpa que quedó de la época misionera, hasta llegar a la forma
actual, que tiene un sonido característico, que se identifica fácilmente como el sonido del arpa paraguaya, hecho que le hace universal.
Algunos ejemplos (y esto no es más que
un breve, ligero recuento):
*Félix
Pérez Cardozo: es el mitâ guasu que reivindicó la imagen del arpista, que antes de él era considerado
como un músico menor, no deseado para esposo de las niñas de buena familia. Su calidad artística y su personalidad
le permitieron a Pérez Cardozo un gran éxito en la entonces meca artística
continental, Buenos Aires. Y eso sirvió para que se mirara de otro modo a
quienes en el Paraguay pulsaban ese instrumento. La belleza de sus
composiciones para el arpa, su estilo, su genialidad como tañedor, lo
convierten en un músico inmortal. Inmortal como su centenar de obras; entre
ellas, El sueño
de Angelita, Llegada, Kotymi, Tren lechero, Angela Rosa, En ti
hallé consuelo, Ahechagau nde ratypykua, su versión para arpa de Pájaro campana, etc. El nació en Hyaty, pueblecito del Guairá que hoy lleva
su nombre. *Prudencio Giménez: excelente arpista, compositor y además dramaturgo, es autor de obras briosas para el arpa, como Caturi Abente (uno de los temas más grabados en los últimos años y continuamente utilizado para realizaciones coreográficas), Adiós a Itakyry (una de las más bellas composiciones del repertorio para arpa paraguaya), etc. Transitó una brillante trayectoria internacional (inicialmente Argentina, luego Estados Unidos de América y toda la América del Sur). Integró famosos conjuntos, con Pérez Cardozo, Herminio Giménez, el dúo Melga-Chase, etc. Nació en Villarrica.
*Herminio Careaga Peralta: maestro de maestros. No sólo fue un estupendo intérprete y compositor, sino que también formó a numerosos arpistas que luego brillaron en escenarios nacionales y extranjeros. Entre ellos: Digno García (autor de Cascada y arpista del primer trío Los paraguayos, junto a Luis Alberto del Paraná y Agustín Barboza), Sergio Cuevas, Marcelino Romero, Rufino Candia, Diego Sánchez Haase, Francisco Giménez y un centenar más. Nació en Villarrica.
*Cristino Báez Monges: fue apodado las manos brujas del arpa paraguaya, por la rapidez y precisión del
movimiento de sus manos mágicas, para generar un torrente de sonidos
maravillosos en cada ejecución. Su digitación vigorosa, limpia, expresiva marcó
un estilo bien característico, propiamente suyo. Sus obras constituyen clara
manifestación de ese estilo: Lo mitâ sapukái, Cantar
del viento, Cerro Acatî , Soy guaireño, Avya jave, Danza guaireña, Pai alcancíay numerosas más. Nació en el guaireño Hyaty, pueblo hoy denominado Félix Pérez
Cardozo.
*Enrique Samaniego, también es creador
de un estilo interpretativo, muy admirado por paraguayos y extranjeros. Su
larga y fecunda vigencia en conjuntos muy arraigados en el gusto popular, como Los tres del Paraguay, permitieron el disfrute de su estilo
en programas de TV, discos, etc. Entre sus obras más gustadas figuran: Boyerito, Karai Chivé, Paso
Yobái, Despertar de mi aldea, Danza del colibrí, A Villa
Pastoreo, Clelia Carolina, etc. Nació en Paso Yobái, Colonia
Independencia, Guairá.
*Alejandro Villamayor: era considerado el campeón de las picaditas (punteo rápido en las cuerdas del
arpa). Brillante tañedor e inspirado compositor de piezas como Piririta, La codiciosa, Korapy
ajeno, Eju lune, Mañanitas paraguayas, etc. Nació en Carovení Nuevo, Guairá.
*Abel Sánchez Giménez: es un estilista
delicado, pulcro, sensitivo. Autor de maravillosas melodías, como Motivo de un día de lluvia, Jeroky jave, La
bailarina, etc.
También es un destacado luthier que desarrolló aspectos importantes del arpa. Como intérprete recorrió
Europa, América, Asia y África, integrando conjuntos, como el de Los Indios.
Nació en Mauricio José Troche, Guairá.
*Albino Quiñónez: hijo del tañedor chae (empírico) Juan Quiñónez, de quien
aprendió las primeras lecciones. Es uno de los primeros músicos paraguayos que
actuaron en Europa, junto a Eladio Martínez y Emigdio Ayala Báez. Londres,
París, Madrid fueron escenarios de su éxito. Con el conjunto de Cristóbal
Cáceres actuó entre París y Bagdad, por diversos países del Asia. Es autor de Mitâ ñembosarái, Tukaê, etc. Nació en Itapé, departamento del
Guairá.
*Santos González: es otro aporte de los
surcos de Hyaty.
Tocó el arpa desde muy niño. Cristino Báez Monges lo recordaba siempre con
admiración, porque lo veía aún niño pasando frente a su casa, sobre el lomo de
un caballo, galopando con su arpa a cuestas, yendo a alguna actuación. Recordaba
que en su valle le llamaban Mitai lomero. Fue durante muchos años el arpista del
conjunto Los Paraguayos, junto al gran Luis Alberto del Paraná.
*Pablito Morel: actuó como arpista
presentando repertorio paraguayo e internacional en Europa, Lejano Oriente,
África, etc. Nació en Hyaty
*Carmencita Villalba: nació en
Villarrica. Es considerada la primera arpista profesional del Paraguay.
Compuso, entre otras, Mamópa reime, Eju jey
chendive, Kai puka, etc.
*Lupo Encina: A los once años de edad
compuso su primera obra, Kaundy
poty. Actuó
en más de 60 países de los cinco continentes. Incluyendo Vietnam, durante la
guerra en ese país. Nació en Kaundy, distrito de Félix Pérez Cardozo, Guairá.
Hay, además, una larga lista de
experimentados y de jóvenes arpistas guaireños, todos ellos muy meritorios,
cuya mención haría muy extenso este recuento, ¡son más de cien! Al decir de
Mario García Siani en la nómina de excelentes músicos de la nueva generación
destacan dos nombres: el de Diego Sánchez Haase, hoy prestigioso director de
orquesta y compositor y el de Francisco Giménez, intérprete exquisito, de un
estilo pulcro, fino, pero vigoroso y campestre a la vez, que en América, Europa
y Asia, sea en conciertos personales o en festivales internacionales de
folklore representando a CIOFF Paraguay, hizo sentir las vibraciones profundas
del alma paraguaya y tuvo el privilegio de realizar maravillosas grabaciones
con el maestro Oscar Nelson Safuán.
De la cuenca del Guairá fluyeron las más
hermosas y mundialmente admiradas composiciones creadas para el arpa. Las
mencioné más arriba junto al nombre de sus respectivos autores. ¡Y la lista
sigue con más de mil obras maravillosas!
Desde Guairá y por guaireños se genera
la transformación física del arpa, que permite hoy disfrutar de un sonido
característico y que se identifica como el del arpa paraguaya, hecho que le
hace universal. El primer significativo aporte fue el de Félix Pérez Cardozo,
quien contó para ello con la valiosa ayuda del artesano Epifanio López, también
guaireño. Al arpa existente de 32 cuerdas le agregó cuatro más, encajando
dichas cuerdas dentro del clavijero y no al costado, como tenía el arpa popular
hasta entonces. Epifanio López, ingenioso luthier, fue trabajando poco a poco
en la transformación interna del instrumento, siguiendo indicaciones de Pérez
Cardozo, quien incluso llegó a pedirle un arpa de 40 cuerdas para agregarle
matices al bordoneo durante la interpretación de Pájaro campana. El cabezal, el clavijero, el cuerpo de
la caja de resonancia, fueron campos de paciente experimentación. El resultado
es el arpa paraguaya tal como la conocemos hoy. Epifanio López tiene a su vez
el mérito de haber formado a otros artesanos que siguieron fabricando arpas.
Esa cadena de artesanos que forman a gente de la nueva generación sigue hasta
hoy.
Cristino Báez Monges trabajó
esencialmente sobre el cabezal, le dio una curvatura especial que influye sobre
la tensión de las cuerdas, logrando así un sonido más brillante y vigoroso.
Patentó su aporte y lo aplicó en la fabricación del arpa con su marca: Pájaro campana, que logró renombre internacional por
su sonido.
Abel Sánchez Giménez también introdujo
innovaciones en la construcción del arpa. Por ejemplo, hizo un arpa de 75
cuerdas para ayudar a vencer la limitación del arpa tradicional, que no posee
semitonos. O el trabajo sobre la caja para instalación de cuerdas a exacta
distancia, en pos de un mejor sonido. También diseñó un arpa con teclas
laterales metálicas que posibilita el paso inmediato de un tono a otro, para
superar así el otro gran problema en la ejecución del instrumento tradicional:
el cambio de tono o afinación. Otros arpistas y artesanos guaireños también
desarrollaron diversas transformaciones, siempre en la búsqueda de sonidos más
limpios.
Hoy día, cientos de arpistas
profesionales paraguayos se presentan regularmente a través de Latinoamérica,
Europa, Japón y otros países, y miles de ciudadanos del mundo cultivan este
instrumento y a su música.
(Fuente: Mario García Siani* Delegado
de CIOFF Paraguay (Minga
Porâ, Alto Paraná)/ abc color/ Ecosdelparaguay.com/
libro Arpas Guaireñas, Antonio García, Marino Aguilar,
Melanio Gómez y Pedro Paredez)